Suele contarse, y se non è vero è ben trovato, que Miguel Ángel, preguntado sobre cómo había conseguido esculpir la maravillosa estatua del David y en un bloque único de mármol, contestó «David estaba dentro del bloque, yo tan solo quité lo que sobraba».
¿Está la estatua dentro de la piedra? ¿Y qué sucede cuando la estatua no consigue salir del todo? No, no me estoy refiriendo a las estatuas inacabadas tipo los esclavos de Miguel Ángel, que quizá están saliendo de la piedra pero el escultor no les ha dejado salir o quizá estaban medio dormidos aún y se desperezaban…
Y no, tampoco estoy pensando en el mito de Pigmalión.
Estoy pensando más bien en cuando la estatua decide no salir, duda, se asoma, y mira tímidamente, y el escultor le permite que no salga. Y la figura no sale de la piedra, se queda dentro, y mira hacia afuera.
Imagen obtenida de este enlace.
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Y hay más ahí parecidas, catorce en total, en la Iglesia abacial de Sainte-Foy, en Conques, en el sur de Francia. Una iglesia románica, claro. Esas estatuas están en la arquivolta exterior de una portada en cuyo tímpano se representa el Juicio Final; puede encontrarse un análisis aquí y aquí una visita virtual. Las figuras, al parecer, son ángeles curiosos que miran el Juicio Final. No lo dudo, si así lo dicen los expertos.
Por mi parte, prefiero pensar que, muy tímidos, decidieron no salir de la piedra, y el escultor se lo permitió.
Y con gusto escribiría un cuento sobre esto si supiera cómo escribirlo, pero es que solo me ha salido este post.
Verónica del Carpio Fiestas