El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo, de Balzac

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Si en el post anterior ya se ha hecho mención a «Sobre la decadencia del arte de mentir», de Mark Twain, y a la obra de Thomas De Quincey «El asesinato considerado como una de las bellas artes«, urge referirse a otra obra sobre otras  artes: «El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo (en diez lecciones)«, de Honoré de Balzac.

Se trata de una obra publicada en 1827, es decir, el mismo año de la obra de De Quincey. Curiosa coincidencia. ¿Sería quizás una broma habitual de la época, esa de usar irónicamente eso de «arte» para referirse a algo penalmente perseguido? Porque en una época en la que no pagar deudas podria ocasionar cárcel en diversos sitios de Europa, Francia incluida como se desprende del propio libro- la prisión por deudas está, por ejemplo  en la maravillosa novela «Los papeles póstumos del club Pickwick» y por supuesto en «La pequena Dorrit«, por Dickens-, no era ninguna tontería plantear lo de no pagar las deudas como un arte.

Vaya filón para juristas es «El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo». Especialmente interesante, la «primera lección», titulada «De las deudas», con su análisis y clasificación, y  la «segunda lección», titulada «Sobre la amortización de las deudas». Ninguna tontería sería tampoco recomendar este libro a estudiantes de Derecho para una lectura crítica y no solo histórica. Me he reído leyéndolo, en la medida en que es posible reírse sabiendo las tragedias que el impago de deudas causaba y causa, y el problema añadido clásico del gorrón o sablista, o moroso profesional. Menos mal que nuestros sabios legisladores son capaces de encontrar un equilibro lógico entre la seguridad del tráfico jurídico y a humanidad y la piedad, ¿no? ¿NO?

Verónica del Carpio Fiestas