¿Lejos de nosotros la funesta manía de pensar?

Quizá le suene la famosa frase «lejos de nosotros la funesta manía de pensar». Quizá incluso le suene que fue dirigida por una genuflexa Universidad de Cervera a Fernando VII, allá por la llamada «Década Ominosa», o sea, en una durísima epoca de absolutismo. Con frecuencia se usa como ejemplo de sometimiento vil y ciego al poderoso, de cómo el absolutismo tenía apoyos, de lo que nunca debería ser la Universidad, de cómo no debe ser la Ciencia, de la renuncia voluntaria a la inteligencia, o, en general, de cómo el más cerril acomodo al pensamiento impuesto llega a primar sobre el razonamiento por cuenta propia y la libertad de pensamiento, o como ejemplo de unas cuantas cosas más, ad libitum.

Pues si le suena la frase, mejor que deje de sonarle. No hubo tal frase, sino esta otra:

«lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir«.

Y se publicó en un periódico oficial: la Gaceta de Madrid, el precedente del actual Boletín Oficial del Estado. La Gaceta de Madrid no era como el BOE de ahora, sino un batiburrillo que lo mismo contenía normas que «avisos» o anuncios de productos comerciales por particulares que datos de la salud de la Familia Real (esto duró hasta el siglo XX, nada menos; ver post de este blog), que difundía partes de guerra o noticias del extranjero; o sea, mezcla de BOE de enfoque legislativo, de diario de noticias férreamente censuradas, de la revista Hola y de periódico comercial para anuncios, en enumeración no exhaustiva.

Y en esa Gaceta-batiburrillo publicada en la Imprenta Real se publicó una «exposición», un memorial de agradecimiento, loa y puesta a disposición dirigido por unos anónimos «individuos de esta universidad de Cervera» (sic) al rey Fernando VII, ese paradigma de rey malvado y de persona infame con enorme poder.

Ese memorial, fechado a 11 de abril de 1827, se publicó en la Gaceta de 3 de mayo de 1827. En este enlace puede acceder a las páginas de la Gaceta del día 3 de mayo de 1827, hoja por hoja, en el buscador de la web del Boletín Oficial del Estado. La primera hoja y de cabecera era esta:

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que empezaba con una orden oficial sobre tema militar y seguía con noticias «extrangeras» (sic), de Inglaterra, unas noticias de palpitante actualidad, concretamente de tres semanas antes:

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Aquí enlace a las dos primera páginas de la Gaceta de ese día, que incluyen, aparte de noticias extranjeras, un listado de precios de tabaco, azúcar y otros productos en Cuba y hasta la noticia de una operación quirúrgica que permitió a «una señora ciega desde su nacimiento»  recobrar la vista; se describen de forma fascinante las sensaciones de esa señora, cómo la señora iba paulatinamente identificando colores y formas.  lejos15

 Y aquí enlace a las siguientes páginas, que incluyen, además de la «exposición» de marras, un anuncio de las acreditadas aguas minerales de Panticosa,

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otros la venta por suscripción de obras musicales de Rossini,

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la vacante de una plaza de médico en un pueblo para la cual se precisa «justificación de conducta moral y política»,

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el anuncio de un método para enseñar a escribir

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y otros temas que resultarían entrañables y pintorescas muestras de un mundo ingenuo, laborioso, tranquilo  y feliz, si no supiéramos que todo ello encubre una época señalada por la Historia por la arbitriedad y la represión. Y si una lectura atenta no permitira detectar detallitos como la «justificación de conducta moral y política» para presentarse a un puesto de trabajo.

Aquí enlace a la concreta hoja de la Gaceta de 3 de mayo de 1827 que nos interesa: enlace. 

Y aquí la imagen completa de esa página:

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Aquí la concreta parte de la reproducción de la «Exposicion dirigida á S.M.» (sic) lejos13

por sus autodenominados «vasallos»:

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Y aquí, resaltada la frase famosa:

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Bueno. «Lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir».

O lejos de nosotros la funesta manía de citar de oídas y de segunda mano.

lejos10Nota para juristas. Los juristas encontrarán en estas hojas de una Gaceta de 1827 ejemplos de una terminología jurídica que aún hoy se usa: que si no comparecen a tal cosa los convocados, les parará el perjuicio que haya lugar, lo de «poder bastante» y otras expresiones que, casi doscientos años después, seguimos usando. Vaya.

Verónica del Carpio Fiestas

En su importante salud: parte oficial

en su importante salud 1922

Boletín Oficial del Estado de 4 de junio de 1922, página completa. Marcado, el «Parte oficial»

BOE histórico parte oficial salud

Boletín Oficial del Estado de 4 de julio de 1922, apartado «Parte oficial»

Boletín Oficial del Estado de 4 de junio de 1922. «Parte oficial. Presidencia de Consejo de Ministros. S.M. el REY. D. Alfonso XIII (q.D.g), S.M. la REINA Doña Victoria Eugenia, S.A.R. el Príncipe de Asturias e Infantes y demás personas de la Augusta Real Familia, continúan sin novedad en su importante salud«

en su importante salud 1832

Gaceta de Madrid (antecedente del actual Boletín Oficial del Estado) de 1 de mayo de 1832

Gaceta de Madrid de 1 de mayo de 1832. «Artículo de oficio» que nos informa de que el Rey, «la amada Reina» -parece que dice-, y el resto de la Familia Real que se detalla, se hallan en Aranjuez, sin novedad en su importante salud.

Análoga noticia, con diferencia de cien años, y muchos más casos intermedios, como este de 1834:

en su importante salud 2-1-1834

Gaceta de Madrid, 1 de enero de 1834

Gaceta de Madrid de 2 de enero de 1834. «Artículo de oficio. La Reina Nuestra Señora Doña Isabel II, y S.M. la Reina Gobernadora, siguen sin novedad en su importante salud. Del mismo beneficio disfrutan SS.AA.RR. los Srmos. Sres. Infantes«.

O esto, en el Diario Oficial del Congreso de los Diputados de 1840, enlace aquí, donde la expresión «en su importante salud» se repite numerosas veces, como en los casos aquí a modo de ejemplo resaltados:

diario sesiones 1840

Diario de Sesiones del Congreso de Diputados, 1840. Selección de algunos de los casos localizados de la expresión «en su importante salud»

Busque en Google «en su importante salud» y verá que hay más casos. Y verá que SOLO se aplicaba a los reyes y su familia. O quizá, excepcionalmente, a algún alto cargo eclesiástico; aunque en cuanto a este último punto mucho me temo que no puedo documentarlo, pues es escurridizo Google, más aún que la memoria literaria, y no hay forma de hallar lo que en algún momento leí en algún documento fuera de Internet.

Así que, por concluir: por una parte está la salud de categoría especial, la «importante salud», que merece ser recogida en periódicos oficiales, y luego está la salud del resto. Y como ya «la importante salud» de los que tienen «importante salud» no la recogen los  periódicos oficiales, ya se encargan de esa labor los otros periódicos; los que, creo, no son oficiales. ¿O sí?

 Verónica del Carpio Fiestas