No se me ocurren dos formas más opuestas de responder a la pregunta de qué sucede si en vez de envejecer rejuvenecemos que la del escritor Nathaniel Hawthorne y la del cineasta Howard Hawks, y eso que ambos eran estadounidenses. Nathaniel Hawthorne (Estados Unidos, 1804-1864), nació y vivió en Salem, ciudad que era una anomalía en un país tan nuevo como Estados Unidos; como describe magistralmente Borges en su análisis de la obra de Hawthorne , Salem era una ciudad ya vieja y en decadencia, una aldea puritana -en el sentido histórico del término «puritano»-, la ciudad de la quema de brujas, y esa ciudad de un dios terrible, el del Antiguo Testamento, impregna la obra de este escritor estadounidense, y no solo su conocida novela «La letra escarlata». Howard Hawks (1896-1977), director, guionista y productor de cine tuvo, además de muchísimo más dinero que Hawthorne, algo de lo que Hawthorne careció: capacidad de transmitir alegría de vivir. Veamos lo que va del siniestro Salem al mejor Hollywood.
En el cuento «Dr. Heidegger′s Experiment» (El experimento del doctor Heidegger) Hawthorne plantea una situación: que, tomando un líqudo especial, personas viejas puedan convertirse temporalmente en personas jóvenes; y, claro, como es de esperar en Hawthorne lo que se describe es malsano, grotesco, ridículo, de poso amargo, incluso cuando los personajes bailan. En la «Monkey Business», película dirigida en 1952 por Hawks y que en España se suele conocer como «Me siento rejuvenecer», el tema es exactamente el mismo y también es todo ridículo, pero no malsano ni de poso amargo y da gusto ver bailar a los protagonistas; es de la mejores comedias clásicas americanas y divertidísima. Claro que ahí es nada contar en una comedia tipo «screwball comedy» con los ma-ra-vi-llo-sí-si-mos Cary Grant y Ginger Rogers de protagonistas y con secundarios de superlujo (Charles Coburn y nada menos que Marilyn Monroe, interpretendo en uno de sus primeros unipapeles de rubia tonta y sexy de tacones altos, falda estrecha y cerebro pequeño).
Por si alguien quiere comprobarlo, aquí va un enlace a Dr. Heidegger′s Experiment, en versión bilingüe inglés-español. Me temo que no he encontrado un enlace a la película «Monkey Business» completa, pero aquí está el trailer:
Una pena, por cierto, que se dé más importancia en el trailer a Marilyn Monroe que a Ginger Rogers. Ginger Rogers era una maravillosa bailarina y una actriz magnífica y una gran estrella entonces, y le da cien vueltas aquí a Marilyn Monroe. Eso sí, ambas se ríen de sí mismas.
Ah, en «Monkey Business» efectivamente sale un mono; en el cuento de Hawthorne no.
En lo que sí coinciden «El experimento del doctor Heidegger» y «Monkey Business» es que quienes se vuelven jóvenes se vuelven también idiotas; tan idiotas como cuando eran jóvenes…
Ojo: no hay que confundir la película de «Monkey Business» de Howard Hawks con la del mismo título de los Hermanos Marx; la de los Hermanos Marx se conoce en España como «Pistoleros de agua dulce» y también merece la pena verla y también es una comedia y un caos.
Verónica del Carpio Fiestas
